Pablo
Neruda, de regreso a América luego de haber estado en Moscú celebrando los 40
años de la Revolución
socialista, llegó al Puerto de La
Guaira sin proponérselo tras haber embarcado en
Gotemburgo. El barco pasó por Venezuela
en dirección a Valparaiso, pero, cuenta Neruda que “el tirano Pérez Jiménez, bebé
favorito del Departamento de Estado, bastardo de Trujillo y Somoza, mandó tantos
soldados como para una guerra con la misión de impedirnos descender del barco a
mi y mi compañera. Pero cuando llegué a
Valparaiso, ya la libertad había expulsado al déspota venezolano, ya el
majestuoso sátrapa había corrido a Miami como conejo sonámbulo”
De manera, que ya libre Venezuela, pudo cumplir su
sueño de conocer el Orinoco, lo cual ocurrió invitado por su amigo Gabriel
Bracho Montiel, director de “Dominguito”, semanario humorístico que siguió el curso del extinto Morrocoy
Azul.
Julio Verne, vanguardista de la novela de
ficción, escribió sobre el Orinoco (El Soberbio
Orinoco) sin haberlo conocido.
Algo parecido hizo el poeta Pablo Neruda al escribir el largo poema “Canto
al Orinoco”, por eso quería conocer el gran río venezolano y en ese
sentido le había escrito a su amigo Carlos Augusto León.
El deseo se le cumplió el 15 de marzo de
ese año después de haber estado en Caracas, Valencia y Médanos de Coro. En
Caracas leyó sus poemas en el Teatro Municipal presentado por Miguel Otero
Silva, José Ramón Medina y Rafael Pineda. El 20 de febrero los falconianos
tuvieron la fortuna de verlo en el Teatro
Alcazar de Coro y el 23 en el teatro Municipal de Valencia.
Neruda llegó a Ciudad Bolívar acompañado de su esposa
Matilde Urrutia, de Miguel Otero Silva, del guitarrista Alirio Díaz y del poeta
Rafael Pineda, quien se había venido días antes a la ciudad a organizar el
recibimiento. Aquí encontró la
colaboración de Gloria Lezama de Casado con quien logró una colecta de 8 mil
bolívares, una fortuna para entonces, que alcanzó para pagar el cachet del
poeta, obsequiarle una rosa de oro y un agasajo en el Club Buena Vista La Piscina además de
la lluvia de flores que le cayó cuando con su esposa hacía su entrada en la Terminal del Aeropuerto.
Neruda fue objeto de una calurosa y
festiva recepción y por la noche del domingo 15 retribuyó al pueblo y sectores
representativos con un recital en el auditorio del Liceo Peñalver. Leyó “Viejos
y nuevos poemas de amor” y “Poemas cívicos y terrestres”. Por su parte Alirio Díaz ofreció como
complemento un concierto durante el cual interpretó piezas de Tárraga,
Granados, Borges, Villa-Lobos y Lauro, entre otros.
Antes de la velada artístico literaria
que se extendió hasta horas del amanecer entre brindis y poemas, el Concejo
Municipal del Distrito Heres, presidido por el concejal Luis Felipe Pérez
Flores, acompañado en el presido por el Presidente de la Asamblea Legislativa ,
doctor José Luis Machado y los ediles René Vhalis y Germán González Seguías (en
la gráfica), declaró al Pablo Neruda, “Huésped de Honor” El poeta
agradeció la distinción al igual que doña Matilde, su esposa, obsequiada con
una joya de oro cochano y un ramillete
de flores
Por la noche el buró regional del PCV, entre ellos,
Israel Lugo y José Díaz quisieron ofrecer en la casa del partido un homenaje al
camarada chileno, pero cuando fueron por él a su hospedaje en el Hotel Bolívar,
había desaparecido. Un adeco, en tono de
broma pero tomado en serio, dijo que lo “habían
secuestrado” y se formó la sanpablera.
El Gobernador Diego Heredia Hernández y el Director de Cultura José
Simón Escalona, movilizaron los cuerpos de seguridad y Neruda fue localizado
caminando por la orilla del Orinoco junto con los jóvenes estudiantes Enrique
Aristeguieta y Antonio Montes, sancionados después por la rigurosa disciplina
del partido.
(AF)
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