En tres mil toneladas anuales se estima el
potencial de camarones en la zona estuaria del
Orinoco, conforme a estudios realizados por el biólogo Daniel Novoa,
quien fue jefe del proyecto de estudio del departamento respectivo de la CVG.
El biólogo Daniel Novoa, quien
ha publicado dos importantes libros sobre los recursos pesqueros del Orinoco y
su explotación y quien fue uno de los asesores de la comisión que negoció el
tratado pesquero con el gobierno de Trinidad, resalta la gran demanda
internacional que tiene el camarón, que si Venezuela la aprovechara tal como la
aprovecha Trinidad, podría dar origen a actividades comerciales importantes en
una zona extremadamente depauperada como el Delta Orinoco,.
Venezuela podría iniciar la
explotación del camarón de forma artesanal, tal como lo hacen los trinitarios
actualmente, e instalar estructuras para el procesamiento y destinarlo al
mercado nacional con lo cual se generarían divisas nada despreciables..
El camarón es uno de los
recursos de mayor importancia no sólo por su valor intrínseco, sino porque
existe un área fronteriza (tenemos frente a Trinidad y Guyana al sur, lo cual
implicaría que si tuviésemos la posibilidad de generar un movimiento económico
entorno a este recurso y poblar esa zona fronteriza, estaríamos protegiendo lo
que es de mucha importancia estratégica para el país.
En este sentido se impone el
Venezuela limite al máximo la penetración trinitaria de nuestras costas y
desarrollemos como contrapartida empresas nacionales con fuerte apoyo estatal.
El estado puede hacerlo para poblar sus fronteras y aprovechar un recurso que hasta ahora paradójicamente sólo
aprovechan los trinitarios.
Actualmente en el Delta explotan unas 800 toneladas de camarones,
un 25% del potencial, y otras se las llevan los trinitarios. Esto tiene un
límite teórico traducido en 60 permisos y una extensión de la temporada que va
de diciembre a mayo, pero esto se viola porque Venezuela dispone de poca
custodia por lo escasamente poblada que está el área. De modo que en la
práctica no son 60 embarcaciones trinitarias que pescan sino 150 o 200.
Los trinitarios también violan
la extensión del área y utilizan métodos de pesca como la arrastra que hace
verdaderos estragos. Si este sistema no se controla a tiempo es capaz de agotar
a corto plazo no sólo el recurso camarón sino el recurso de peces porque este
sistema de arrastre incide sobre los estadios jóvenes.
Los permisos, con duración de un año, los
otorga el MAC amparado en el Acuerdo firmado entre Trinidad, Tobago y Venezuela. (AF)
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