Después de centuria y media la Armada venezolana reanudó
por imperativo de la preservación de la soberanía nacional, su presencia a lo
largo del Orinoco y Río Negro.
En las viejas
instalaciones de la Aduana ,
comenzó a activarse el Comando de la zona naval fluvial, creado en enero de
1984 y el tiene como misión ejercer una presencia naval efectiva, el control y
autoridad sobre el trafico en los ríos nacionales e internacionales, y
constituir las fuerzas de apoyo para operaciones fluviales, a fin de garantizar
la soberanía, integridad y seguridad del estado.
El comandante
General de la Armada ,
vicealmirante Justo Pastor Fernández Márquez, tuvo mucho que ver con este
acontecimiento que él entonces señaló como una manera efectiva y activa de
ejercer la presencia que la Armada tuvo desde la gesta
emancipadora cuando el Orinoco y el Puerto de Angostura fueron escenarios de
transcendentales acciones militares.
Efectivamente
el sitio y Tomas de Angostura, apoyados por la flota del Almirante Brión,
fueron definitivos para asegurar la soberanía patriota sobre la Provincia de Guayana e
instalar aquí la jefatura suprema de la Gran Colombia.
En aquellos
años de 1817, 1818 y 1819 la Escuadra Republicana tenía su comando en la
llamada Casa del Almirantazgo, la hoy casa de los Granados, restaurada en el
Cuadrilátero Histórico de esta ciudad. Aquí se estableció la primera
comandancia General de nuestra Armada, bajo el comando del Almirante Luis Brión.
Durante la
guerra de la independencia, la ciudad de Angostura fue apostadero General, sede
del Departamento de Marina y asiento del Comando de las Fuerzas Sutiles,
denominación que se daba a lo que hoy es el escuadrón Fluvial y que entonces
estaba comandada en el Orinoco por el margariteño Antonio Díaz cuyos restos
reposan en Caicara.
Un guayanés de
la época nacido en Angostura, José Tomás Machado, capitán de navíos, se
distinguió en la Toma
de Angostura y su nombre ha sido escogido para identificar la Base Naval que ahora
tiene su centro en esta ciudad y
jurisdicción sobre los apostaderos de Puerto Ayacucho, San Carlos de Río Negro
y San Fernando de Atabapo.
El comandante fundador
de la citada base fue el contralmirante Edgar Eduardo Escobar Ochoa, quien
inició su labor con 25 embarcaciones menores y dos buques transportes
“Arv-Margarita y Arv-Orchila”, especialmente construidos en los Estados Unidos.
Estas ultimas dos unidades con capacidad de 390 toneladas de desplazamiento y
13 nudos de velocidades máximas.
El comandante
General de la Armada ,
al declarar en servicio el comando de la zona naval fluvial, ratificó que su
comando tiene como función esencial la preservación de la soberanía nacional en
los espacios fluviales acuáticos del país y la de contribuir al desarrollo integral
de las cuencas del Orinoco y Río Negro y el mantenimiento de esos importantes
recursos hidrológicos.
El
contralmirante Escobar Ochoa asumió el comando de la Armada del Orinoco
consiente de la importancia estratégica de la cuenca, de los inmensos recursos
renovables y no renovables que encierra la extensa área geográfica, destacando
entre ellos el agua como origen y causa de la vida misma y que viene a
constituir el elemento principal a conservar.
Bendijo las instalaciones el capellán (contralmirante asimilado) Gino
Bernadi, se hizo entrega de las banderas
a los comandantes de los buques y finalmente se firmó el acta de entrega en
calidad de comodato de las instalaciones de la vieja Aduana de Ciudad Bolívar
por parte del Instituto Nacional de Puertos a las Fuerzas Armadas Nacionales y
se leyeron sendos mensajes del Presidente de la República y del Ministro
de la Defensa. (AF)
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