Los
documentalistas Jorge Solé y Pedro Trebbau, quienes filmaban para la
Coproducción con la TV de Alemania Federal la serie “Grandes Ríos del Mundo”,
paisajes del Orinoco, se dieron cuenta de un desastre ecológico que crecía en
las cabeceras del gran río.
A través de sus cámaras registraron los
estragos causados por 3.500 garimpeiros diseminados en la región de los
Yanomami. Con instrumental avanzado, avionetas y helicópteros, explotaban oro
en una zona de 3 ó 4
hectáreas que previamente habían deforestado.
Los indios del Orinoco decían que Amalivaca
periódicamente venía, dejaba testimonio de su grandeza divina y se iba. Algo
parecido, pero a la inversa, estan
haciendo los garimpeiros. Vienen del otro lado de la frontera, dejan la huella
de su usura dorada, se van y vuelven tantas veces como se lo permita la
desguarnecida inmensidad de la selva. (AF)
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