Régulo creció
entre el Orinoco y los llanos de Caicara, pintando lúdicos animalitos, personajes
de la picardía pueblerina, jugando el
escondite detrás de la Piedra
del Sol y de la Luna
y viendo al loco Joaquín marchar con una campana anunciando la película del día
que por lo general era ella parte del ciclo legendario de Fritz Lang, hasta que
un día de agosto se desbordó el Orinoco, inundo la sala del Cine Cedeño y el
celuloide quedo sepultado por las aguas desbordadas del río.(AF).
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