Luego
de numerosas reuniones iniciadas el 26 de abril de 1976, quedó legal y
definitivamente fundado en 1977 el Club
Náutico Orinoco de Ciudad Bolívar, con carácter de compañía anónima, apuntando hacia
el aprovechamiento del Orinoco con fines turísticos.
El Club se constituyó con 227 miembros que aportaron a
través de acciones un capital inicial de medio millón de bolívares y votaron
por el capitán Abraham Pérez Camejo para presidente.
Lo acompañaron
en esa primera directiva: Nerio Carmona Paoletti en calidad de Vicepresidente; Julio Barreto, Tesorero; Hugo
Márquez Vivas, Secretario; Edita de Pérez, Vocal; Norma de Barreto, Vocal;
Miguel Salame, Vocal; Antonio Rosales, Rafael Mejías y Víctor Salame;
Suplentes; Pedro Medina, Phillips, Comisario, y Alí Jiménez, asesor jurídico.
La Compañía Anónima definió como
objeto preferente el Turismo Náutico y como objetivos: Ser propietaria
de edificaciones, instalaciones, embarcaciones y vehículos automotores para
fines sociales, recreacionales y turísticos. Desarrollar
tantos los deportes náuticos, acuáticos y de pesca, como las disciplinas
deportivas usualmente practicadas en tierra firme. Efectuar actos sociales, eventos
festivos y de competencias tradicionales. Impulsar de una manera
integral el turismo proporcionándole al visitante una máxima comodidad y
placentera estadía. Organizar excursiones náuticas o terrestres de recreo
preferiblemente regionales tratando de
demostrarle al turista nuestras bellezas naturales de nuestro suelo guayanés y proporcionándole la mejor oportunidad
de descanso, placer y distracción.
El Club Náutico Orinoco se
constituyó con un capital social de
500.000,00 bolívares dividido en 500 acciones con un valor nominal de un mil bolívares cada una.
Los interesados no podían adquirir más de cinco acciones.
Todos los Accionistas tenían derecho a un voto por
cada. Acción y podían postularse o ser postulados para los cargos de directivos
o para otros que pudieran desempeñar dentro de las actividades comerciales de
la Compañía.
Entre los primeros presidentes del Club, aparte del
inicial Abraham Pérez Camejo, estuvieron Pedro Medina Phillips, César Gil Páez y Nerio
Carmona. El
redactor de esta columna también participó como miembro fundador con dos
acciones. Entones le compré la lancha “Elizabeth II” a mi hermano José Jesús
Fernández en Cumaná. La registré en la
Capitanía de Puerto (Certificado de matrícula ARSI-D-005) y en ella pasearon
por el río, entre otros, Alejandro Otero, Vinicio Romero Martínez, Ricardo Maya Belkis Domínguez y mi madrina Asunción de
Salazar, madre del poeta Víctor Salazar, ganador del Premio Latinoamericano de
Poesía y del Concurso de cuentos patrocinado por el Concejo Municipal de Heres.
El 8 de marzo de
1987, después de diez años, pedí mi desincorporación como miembro del Club
porque me estaba saliendo costosa la membrecía, toda vez que las cuotas
mensuales terminaron por comerse el valor de las acciones (siempre creí que los fundadores no tenían
por qué pagar cuotas de miembros). La
lancha se la regalé a “Corocoro”, el
pescador más antiguo del Orinoco, y el motor fuera de borda a Amílcar Fajardo
para que fuera a trabajar las minas en su tierra natal de Tumeremo. (AF)
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